La resolución
El principal criterio para elegir tu webcam será, obviamente, la resolución. Esto es lo que determinará la calidad de su video y los detalles que se mostrarán en la pantalla. Cualquiera que sea su uso de la cámara web, debe elegir una con una resolución de al menos 800 x 600 píxeles. Esto es lo básico y, si puede, elija una cámara capaz de disparar en Full HD para una mejor reproducción. Porque incluso en 800 x 600 el resultado será muy pixelado y tus interlocutores / espectadores no podrán aguantar un video que lastime la vista por mucho tiempo.
Para mayor fluidez, también considere llevar una cámara web capaz de filmar con una gran cantidad de fotogramas por segundo. Para las cámaras web de escritorio pequeñas, será difícil encontrar 60 cuadros por segundo (fps) en 4K, pero 30 fps es una buena base para empezar. Generalmente, para disparar a 60 fps hay que bajar la resolución a al menos 720p, lo que ya garantiza una buena calidad de imagen. Esto será suficiente para las videoconferencias, pero si por el contrario pretendes hacer un uso profesional del mismo como vídeos de YouTube o streaming, opta por modelos más eficientes, sin duda más caros, pero con los que no servirás ni una pizca de píxeles.
Micrófono y sonido
Con demasiada frecuencia descuidado, el sonido es un elemento importante a tener en cuenta a la hora de elegir tu webcam. Efectivamente es necesario que éste sea de buena calidad para que puedas intercambiar con tus interlocutores o que tu voz regrese bien. Si bien no hay nada mejor que un micrófono independiente de la cámara web, puedes conseguir un modelo de cámara que incorpore un micrófono de buena calidad. Debe poder bloquear los ruidos parásitos, con un índice de directividad cardioide si es posible para capturar tu voz.
La cuestión de la fijación
La otra pregunta que puede hacerse es la de arreglar la cámara. Muchos de ellos están hechos para recortarse sobre la pantalla. Simplemente colóquelo en el ángulo e inclínelo que más le guste y estará listo para comenzar. Pero algunos modelos también se venden con un pequeño trípode que les permite moverse sobre su escritorio o encimera para variar los ángulos. Donde la cámara con clip tiende a disparar desde el frente o con una ligera inmersión, la cámara con trípode tendrá un ángulo más bajo (a menos que la coloque a la altura de la cara).
Por último, hay unos pequeños detalles que puedes tener en cuenta a la hora de elegir tu webcam. Como por ejemplo el hecho de que tiene una solapa para ocultar su ojo cuando no lo estás usando, por ejemplo. Pero sobre todo, recuerda que el presupuesto de tu webcam seguirá siendo siempre el primer criterio de elección: no pongas demasiado dinero en un producto más potente del que necesitas. Y a la inversa, no escatimes en medios si quieres utilizarlo de forma profesional.
La webcam es un pequeño dispositivo que puede ir desde un simple accesorio hasta una herramienta de trabajo real dependiendo de sus necesidades.