Poder, por supuesto
Cuando vayas a elegir tu tarjeta gráfica, también llamada GPU, seguro estarás buscando potencia. De hecho, si cambiamos la tarjeta gráfica;o si optamos por una configuración completamente nueva, la GPU es el primer componente que veremos. El poder de una tarjeta gráfica es un elemento complejo de determinar y la forma más convincente de lograrlo es ir a ver las pruebas en línea. Sin embargo, existen algunas pequeñas formas de obtener una primera impresión.
Primero, está la potencia del procesador de gráficos. Esto se expresa en GHz y MHz e indica qué tan rápido se realizan los cálculos. Hay dos marcas reconocidas de procesadores gráficos (y tarjetas): Nvidia y AMD. Nvidia tiene procesadores GTX y RTX seguidos de un número detrás que indica su rango. Cuanto mayor sea este número, más potente pero caro tendrá. Lo mismo ocurre con AMD con sus chips Radeon RX. Al comparar los diferentes modelos del mercado, verá cuáles son los números más altos y, por lo tanto, los modelos más potentes.
El procesador gráfico no lo significa todo, también debería interesarte la RAM de tu tarjeta gráfica. Como regla general, en cualquier computadora, la RAM se usa para hacer circular información de manera más o menos rápida (dependiendo de la cantidad de RAM que tenga) entre los distintos componentes. Si las tarjetas gráficas ahora tienen RAM, es para relevar el procesador y la RAM de la placa base. Entonces, la GPU en sí se encarga de la mayor carga de datos. Entonces, cuando elija su tarjeta gráfica, le recomendamos un modelo con al menos 6 GB de memoria integrada. Esto te permitirá tocar grandes éxitos en silencio.
La tarjeta gráfica es una parte central de cualquier instalación de computadora, por lo que debe elegirse con cuidado.
Finalmente, sea cual sea tu tarjeta gráfica, si la usas a menudo, opta por un modelo con sistema de refrigeración. O, en el peor de los casos, para un sistema de refrigeración que se vende por separado y que cabe en la tarjeta gráfica. Esto evitará que se dañe demasiado rápido y así prolongará su vida.
El tamaño, no trivial
Cuando haya elegido su tarjeta gráfica, antes de proceder con el pago, asegúrese de un punto crucial: su tamaño. No solo el suyo sino también el disponible en su caso. De hecho, debe poder caber en su computadora si desea poder usarlo. Las tarjetas generalmente tienen tamaños estándar, pero algunas ganan en longitud o grosor dependiendo de las opciones que lleven (RAM, ventiladores, etc.). Así que asegúrese de tener suficiente para acomodar su tarjeta gráfica.
Para ayudarlo, intente elegir un modelo de tarjeta gráfica que coincida con su pantalla. De hecho, no es necesario comprar una GPU capaz de mostrar 4K 3D si su monitor está limitado a Full HD. Una tarjeta capaz de mostrar 1080p será más que suficiente. Asimismo, asegúrese de que las salidas de video de la tarjeta gráfica coincidan con los enchufes de su monitor. HDMI es el formato más popular en la actualidad, pero DisplayPort está comenzando a ocupar un lugar destacado en las GPU, y no necesariamente en todas las pantallas. Por lo que necesita compatibilidad de hardware en ambas direcciones.
Finalmente, su tarjeta gráfica consumirá mucha electricidad. Junto con el procesador, es el elemento que más energía consume. Por tanto, es necesario anticipar su consumo para asegurarse de que la fuente de alimentación del PC sea capaz de soportarlo. De lo contrario, tendrá que cambiarlo una vez que tenga su tarjeta gráfica.
Por supuesto, y no hace falta decirlo, las tarjetas gráficas tienen un costo y hay que presupuestar las de gama alta. Para ver si puede ejecutar su juego favorito con él, consulte las configuraciones recomendadas por el estudio de desarrollo. Tendrá un nombre de tarjeta gráfica recomendado, solo tome un modelo equivalente o superior y se sentirá cómodo.